2018/01/10

¡Padre Nuestro....!


Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.(Mateo 6:7)

Saludos. La palabra vana significa "vació" o "inútil", por lo tanto, Jesús nos esta advirtiendo, en el sermón del monte, que la repetición inútil de frases en nuestras oraciones NO ayudará a que sean escuchadas por Dios. Nuestro Señor no esta interesado en el numero de palabras, las expresiones poéticas o mantras; a El le interesa lo que sale de tu corazón sincero, El ama "la verdad en lo íntimo" (Salmo 51:6).

El Padre nuestro, es la oración que Jesús enseñó a sus discípulos en Mateo 6:9-13, y también lo registra Lucas 11:2-4.

Desafortunadamente, mucha gente ha entendido erróneamente que el “Padre nuestro” es una oración que supuestamente debemos repetir palabra por palabra. Algunas personas tratan el “Padre nuestro” casi como una fórmula mágica, como si las palabras mismas tuvieran algún poder específico o influencia con Dios.

La Biblia nos enseña lo opuesto. Dios está mucho más interesado en nuestros corazones cuando oramos que lo que está en nuestras palabras. Mateo 6:6 nos enseña:

“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”

Y Mateo 6:7 continúa diciendo:

“Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.”

La oración es para derramar nuestros corazones ante Dios(Filipenses 4:6-7), no para simplemente recitar palabras memorizadas.

El “Padre nuestro” debe ser entendido como un ejemplo; un patrón de cómo orar. La oración del Señor nos enseña a orar. Nos da los “ingredientes” que deben estructurar la oración.

“Padre Nuestro que estás en los cielos”

El interés de Jesús no es el protocolo(como acercarnos a la divinidad), sino la Verdad, ¿quien es El? Dios es nuestro Padre, poderoso, amoroso y personal. Por lo tanto, nuestra oración dará primero prioridad a los intereses de Dios: 'Tu nombre’, 'Tu Reino’, 'Tu voluntad’. Y en segundo lugar, nuestras propias necesidades serán confiadas a El: 'Danoslo’, 'Perdonanos’, 'Libranos’.

La oración está interesada primera y primordialmente en la gloria de Dios, y luego en las necesidades del hombre.

El concepto “Santificado”, significa Exaltado y separado de cualquier otro nombre. A El pertenece el debido honor en nuestras vidas, en la Iglesia(cuerpo de creyentes) y el mundo.

Orar para que Su Reino “venga” con poder y gloria en la segunda venida de Jesucristo, es orar para que crezcas, y por medio de tu testimonio, la gente se someta a Jesús.

La oración debe ser teocéntrica. Debemos evitar el egocentrismo. Sí así no hacemos, es que estamos más interesados en nuestro propio y pequeño nombre (nos gusta verlo impreso o encabezando titulares de prensa, y lo defendemos cuando se lo ataca), en nuestro propio y pequeño imperio(mandando, influyendo y manipulando a la gente para alimentar nuestro ego), y en nuestra propia voluntad pequeña y tonta (que siempre desea seguir su propio camino y se siente contrariada cuando se le frustra), más que en Dios mismo, Su nombre, y Su voluntad.

“El Pan Nuestro de Cada Día, Dánoslo hoy”

Significa todo lo necesario para la preservación de esta vida; como alimento, un cuerpo sano, buen tiempo, casa, hogar, esposa@, hij@s, buen gobierno y paz. Quizás las necesidades y no lujos de la vida.

La petición de que Dios nos “de” nuestro alimento no niega, en ninguna manera, que tengamos que ganarnos la vida, trabajar, para conseguirlo, o que se nos ordene que alimentemos al que tiene hambre.

“Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia; á fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo que basta, abundéis para toda buena obra.”(2 Corintios 9:8)


“Perdona nuestras deudas como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”

Esto en realidad no significa de ninguna manera que, al perdonar a otros nos ganemos el derecho a ser perdonados. Una vez que nuestros ojos han sido abiertos para ver la enormidad de nuestras ofensas contra Dios, las injurias que otros nos han hecho, parecen en comparación extremadamente pequeñas. Si, por otra parte, tenemos una visión exagerada de las ofensas de otros hacia nosotros, es prueba de que vemos las nuestras hacia los demás como mínimas, y que no las consideramos graves a los ojos de Dios.

“No nos metas en tentación, mas líbranos del mal”

El “mal” debería traducirse como “el malo”

"Oyendo cualquiera la palabra del reino, y no entendiéndola, viene “el malo”, y arrebata lo que fué sembrado en su corazón: éste es el que fué sembrado junto al camino."(Mateo 13:19)

En otras palabras, es el diablo el que está atento para hacer pecar al pueblo de Dios, y de quien necesitamos ser rescatados. “No nos permitas ser guiados a la tentación de tal modo que ella nos venza, sino rescatanos del malo.” El diablo es demasiado fuerte para nosotros, que somos demasiado débiles para mantenernos en pie ante él, pero nuestro Padre celestial nos librará, si se lo pedimos.

Esta oración cubre toda nuestra necesidad humana: Material(el pan de cada día), Espiritual(el perdón de los pecados), y Moral(la liberación del mal). Lo que hacemos cada vez que oramos como Jesús nos enseñó, es expresar nuestra dependencia de Dios en cada área de nuestra vida humana.

El error del hipócrita es el egoísmo. Hasta en sus oraciones está obsesionado por su propia imagen y como lo ven los demás. Pero en el “Padre Nuestro” los cristianos están obsesionados con Dios, con su Nombre, su Reino, y su Voluntad. La verdadera oración cristiana siempre está centrada en Dios y su Gloria.

Otro error que cometen muchos en la oración es, la irreflexividad. No pensar lo que se dice, poner el interés y la confianza, en el volumen y el ritual, y no en el contenido. A Dios no le impresiona la verborragia(exceso de palabras), o las formas ceremoniales y rituales.

La oración cristiana es por lo tanto Teocentrica(interesada en la gloria de Dios) en contraste con el egocentrismo de los fariseos(preocupados por su propia gloria). Es Inteligente(al expresar dependencia reflexiva). Es por lo que, cuando nos acercamos a Dios en oración, no lo hacemos de forma hipócrita, como actores de teatro que buscan el aplauso de los hombres, ni mecánicamente como los religiosos, cuya mente no está involucrada reflexivamente en lo que recitan, sino en forma reflexiva, humilde y confiada como los niños pequeños que se acercan a su Padre.


Referencias: Biblia - En la calle recta


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