2017/02/15

Incredulidad


Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra,y entre sus parientes, y en su casa. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la Incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando.(Marcos 6:1-6)

Saludos. La anterior cita bíblica(Marcos 6:3), aunque no es el tema de hoy, hecha por tierra una de las falsas enseñanza de Roma sobre la virginidad perpetua de María, la madre respetada y obediente de nuestro Señor Jesucristo.

Cuando Jesucristo enseñaba en las sinagogas, todos quedaban asombrados, sin poder negar la sabiduría de su enseñanza, ni el poder de sus milagros(Marcos 1:21-28). Pero curiosamente, en vez de producir fe en ellos, el evangelista nos dice: "Se escandalizaban de El". ¡Definitivamente, cuando se trata de fe, el hombre se vuelve irracional!

Pero las oportunidades de ser salvos, se les estaban acabando, ya que esta sería la ultima vez que Jesús visitaba una sinagoga. Había comenzado en ellas la proclamación del Evangelio(Marcos 1:21) y fue allí donde los fariseos le habían rechazado(Marcos 3:6). Y ahora en Nazaret, Su propia gente iba e generalizar este rechazo.

La incredulidad es la causa principal por la que se pierden los grandes bienes que el Señor este dispuesto a conceder.(Hebreos 3:12)

Y también la envidia se hallaba en la raíz de su odio hacia el Señor. No podían admitir que un paisano suyo fuera más que ellos mismos.

Hoy en día actuamos igual con la gente que nos rodea, incluso, con los más cercanos a nosotros. Pero podemos aprender algo sobre el rechazo a Jesús:

• Las circunstancias de nacimiento y fortuna no tienen nada que ver con el valor de una persona. Jesús había nacido en una familia humilde y era carpintero, pero sin embargo era el hijo de Dios. No caigamos en la tentación de valorar a las personas por las circunstancias externas y no por su relación personal con Dios.(1 Samuel 16:7)

• La familiaridad en lugar de crear respeto, produce la falta de el. Tal parece que el estar demasiado cerca de algunas personas nos impide ver su grandeza.(Lucas 19:41-44)

• Nos acostumbramos a recibir bendiciones de la gracia de Dios, pero no las valoramos. Nazaret fue el pueblo más privilegiado del mundo, pues allí había pasado gran parte de su vida el Hijo de Dios. Sin embargo, se acostumbraron tanto a su presencia que no llegaron a valorarlo e incluso lo despreciaron hasta el punto de querer acabar con El.(Lucas 4:29)

Para tener en cuenta: Los peores críticos los encontrarás en tu familia y en aquellos con los que haz crecido.

El Señor debió extrañarse, y aún se extraña, que los hombres, viendo tan cerca la Luz del mundo y la gloria del cielo, den las espaldas a ellas.

Pero la incredulidad es el pecado más antiguo del mundo. Entro por primera vez cuando Eva presto oído a las falsas promesas del diablo, en vez de creer en la Palabra de Dios. Por causa de su incredulidad, el pueblo de Israel anduvo cuarenta años por el desierto. La incredulidad arrastra al hombre a negarse a la evidencia, a cerrar sus ojos al testimonio más claro, y a creer en falsedades. La incredulidad es el único pecado que Dios no puede perdonar.

"El que en El cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito hijo de Dios." (Juan 3:18)

La razón por la que Jesucristo no pudo hacer milagros en Nazaret, no fue por falta de poder, sino por la incredulidad de ellos. Primero, este poder no se impone a los hombres, Dios respeta la libertad que el mismo en su soberanía ha dado a todos los hombres, y espera que el mismo sea quien se lo pida. Y segundo, que la única forma de disfrutar del poder de Dios en nuestras vidas es por medio de la fe. Solo a través de la ella, el hombre puede obtener todas las bendiciones de la gracia de Dios.

Dicho lo anterior, queda claro que la incredulidad ata las manos de Jesús, porque el Reino que el predica no se impone, sino que es una oferta de amor que se recibe en libertad. Y por supuesto que la incredulidad del mundo no reduce en lo más mínimo el poder de Cristo; lo único que hace es quitarle al mundo el privilegio de experimentar el benefició de su poder. Tal como sucedió en Nazaret: "Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos."(Mateo 13:58)

La incredulidad de la gente de Nazaret no podía impedir que Jesús siguiera anunciando el Reino de Dios. Aprendamos de El y no nos paralicemos ante la actitud negativa del mundo frente al mensaje del Evangelio. Siempre hay personas que están esperando el mensaje de salvación. ¡Cuanto perdemos por falta de fe! 

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