Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. !!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. (Romanos 7:14-25)
Saludos. Recientemente, un gran amigo publico en sus redes sociales la siguiente frase: "¡De que te sirve estar bien con el mundo si estas mal con Dios!", frase que me recordó un texto bíblico:
"¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. !!Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará." (Santiago 4:1-10)
Pero, ¿que quiere decir realmente esta cita que, algunas denominaciones religiosas descontextualizan("Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios") con el único fin de sostener el control dentro de sus sectas?
Santiago comienza diciendo: ¡¡Oh almas adulteras!
El "Adulterio" se define como la relación sexual de una persona casada, con otra persona que no es su cónyuge. Pero Santiago no se refería, literalmente, a este tipo de adulterio, sino al "Espiritual."
Cuando el centro de nuestro afecto es lo material(mundo), o cualquier cosa que excluya, o no este de acuerdo con Dios y su Hijo Jesucristo, después de haberlo conocido, entonces podemos decir que somos infieles(adúlteros espirituales) con El. La siguiente cita puede describir lo dicho:
" Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno." (2 Pedro 2:20-22)
Cuando Santiago habla del "Mundo" no se refiere al planeta tierra en el cual vivimos, y que hizo Dios con todas las cosas que en el hay(Juan 1:3), sino al sistema que el hombre a hecho para si mismo, para sus propios deleites, para satisfacer los deseos de la carne y la vanagloria de la vida(Galatas 5:16-21).
En este sistema, no hay lugar para Dios y para su Hijo Jesucristo. Enemistarse con El, prácticamente es como declararle la guerra. ¿Por que? Pues porque al alinearnos, y dejarnos Alienar, con y del mundo material, es estar de la mano(adulterar) con los sistemas políticos, religiosos, y sociales que llevaron a su Hijo a la Cruz.
Fue el mundo material con sus pasiones y deseos de la carne que, ni de lejos reconocieron a Jesús como el Mesías.
Cuando afirmamos nuestra confianza en Dios, y seguimos viviendo de acuerdo a nuestros propias pasiones y deseos de la carne, y aunque fielmente asistamos a una congregación de cualquier denominación religiosa, "somos enemigos de Dios, adúlteros."
Este concepto de "lo mundano" por parte de algunos sistemas religiosos, legalistas, y sectarios, es descontextualizado como dije unas lineas arriba, para mantener el control sobre sus congregaciones. Para ellos "todo lo que este por fuera de sus sectas, es mundano." Olvidan lo que dicen las Escrituras:
"Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado." (1 Timoteo 4:4-5)
¿Acaso la anterior cita autoriza los deseos de la carne, y Dios lo aprueba si le oras? Claro que no, simplemente dice, entre otras cosas, que no todo es malo fuera de las sectas.
Por otro lado, Dios tiene plenamente identificado los deseos de la carne(mundo) que, a El no le agradan y sus consecuencias:
"Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios." (Galatas 5:16-21)
Lo anterior esta claro, pero si nos arrepentimos y no volvemos a adulterar con el mundo(deseos de la carne), tenemos la siguiente promesa:
"Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará." (Santiago 4:7-10)
Por otro lado, ¿que necesidad tenemos de adulterar con la carne y condenarnos, solo por agradar a quienes ni les importamos? Dice:
"Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo." (Galatas 1:10)
Santiago comienza diciendo: ¡¡Oh almas adulteras!
El "Adulterio" se define como la relación sexual de una persona casada, con otra persona que no es su cónyuge. Pero Santiago no se refería, literalmente, a este tipo de adulterio, sino al "Espiritual."
Cuando el centro de nuestro afecto es lo material(mundo), o cualquier cosa que excluya, o no este de acuerdo con Dios y su Hijo Jesucristo, después de haberlo conocido, entonces podemos decir que somos infieles(adúlteros espirituales) con El. La siguiente cita puede describir lo dicho:
" Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno." (2 Pedro 2:20-22)
Cuando Santiago habla del "Mundo" no se refiere al planeta tierra en el cual vivimos, y que hizo Dios con todas las cosas que en el hay(Juan 1:3), sino al sistema que el hombre a hecho para si mismo, para sus propios deleites, para satisfacer los deseos de la carne y la vanagloria de la vida(Galatas 5:16-21).
En este sistema, no hay lugar para Dios y para su Hijo Jesucristo. Enemistarse con El, prácticamente es como declararle la guerra. ¿Por que? Pues porque al alinearnos, y dejarnos Alienar, con y del mundo material, es estar de la mano(adulterar) con los sistemas políticos, religiosos, y sociales que llevaron a su Hijo a la Cruz.
Fue el mundo material con sus pasiones y deseos de la carne que, ni de lejos reconocieron a Jesús como el Mesías.
Cuando afirmamos nuestra confianza en Dios, y seguimos viviendo de acuerdo a nuestros propias pasiones y deseos de la carne, y aunque fielmente asistamos a una congregación de cualquier denominación religiosa, "somos enemigos de Dios, adúlteros."
Este concepto de "lo mundano" por parte de algunos sistemas religiosos, legalistas, y sectarios, es descontextualizado como dije unas lineas arriba, para mantener el control sobre sus congregaciones. Para ellos "todo lo que este por fuera de sus sectas, es mundano." Olvidan lo que dicen las Escrituras:
"Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado." (1 Timoteo 4:4-5)
¿Acaso la anterior cita autoriza los deseos de la carne, y Dios lo aprueba si le oras? Claro que no, simplemente dice, entre otras cosas, que no todo es malo fuera de las sectas.
Por otro lado, Dios tiene plenamente identificado los deseos de la carne(mundo) que, a El no le agradan y sus consecuencias:
"Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios." (Galatas 5:16-21)
Lo anterior esta claro, pero si nos arrepentimos y no volvemos a adulterar con el mundo(deseos de la carne), tenemos la siguiente promesa:
"Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará." (Santiago 4:7-10)
Por otro lado, ¿que necesidad tenemos de adulterar con la carne y condenarnos, solo por agradar a quienes ni les importamos? Dice:
"Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo." (Galatas 1:10)
¡Dios los bendiga! y avancemos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Si te gusto esta publicación, compártela. No olvides dejar un comentario para edificarme, corregirme, despejar dudas, o simplemente decir lo que te nazca en el corazón. Si eres de los prudentes y no quieres hacer publico tu comentario, usa el link de Contacto en la barra de menú arriba.