2018/05/24

¿Para Que La Fe?


Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijera a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.(Marcos 11:22-24) 

Saludos. El Señor, en su Palabra, nos enseña acerca de la fe, la oración, y el perdón. Sin duda alguna, los principios fundamentales de la predicación cristiana, pero no los únicos. Debemos saber y entender que las Escrituras también nos habla acerca de la Justicia y de la Santidad de Dios, sin la cual, nadie lo vera(Hebreos 12:14). Pero por ahora, ocupémonos de los principios inicialmente mencionados, y en una próxima publicación, hablamos de éstos últimos.

La verdadera fe consiste en aceptar, con humildad, nuestra pequeñez e inutilidad para alcanzar las bendiciones de Dios por méritos propios. El poder, la gracia, y la voluntad, descansan en El. Este es el secreto para todo milagro producido por la fe en Dios.

El Señor se refirió a este tipo de milagros de la siguiente manera:

"Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho." (Marcos 11:23)

¿A que se refería el Señor? El dicho de que "la fe mueve montañas" aparece también en: Mateo 17:20 y Lucas 17:6  y en cada una de las ocasiones tenía pequeñas diferencias. En realidad se trataba de una frase que lo Judíos usaban con frecuencia refiriéndose a suprimir problemas o superar dificultades. Por lo tanto, no debemos interpretar estas palabras literalmente, porque lo que quería decir el Señor es que: Si tenemos verdadera fe, la oración sincera y real, tiene el poder para resolver cualquier dificultad y vencerla, según la santa voluntad de Dios.

Por ejemplo, uno de los problemas mas grandes que tenemos los hombre son nuestros propios pecados. Estos son como una gran montaña que nos impide acercarnos a Dios, pero El se dispone a echarlos a lo profundo del mar cuando ponemos nuestra fe en El.

"El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados." (Miqueas 4:19)


Y lo mismo podemos decir de las dificultades que encontramos en el camino. Podemos encontrar un ejemplo muy consolador en las palabras de Dios a Zorobabel después de que el pueblo de Israel hubiera regresado del cautiverio en medio de mucha debilidad y enemigos:

"¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella." (Zacarias 4:7)

Debemos creer en esta promesa. Tanto en la esfera física como en la espiritual, los Apóstoles ya habían estado haciendo cosas que podríamos considerar como "imposibles". Pedro anduvo sobre el agua por la fe(Mateo 14:29), los doce vieron como los demonios se les sujetaban en el nombre de Jesús(Lucas 10:17) y todo el libro de los Hechos es una prueba de que lo que Jesús dijo aquí es verdad. Y en la vida de todos nosotros hay momentos en que Dios nos hace ver claramente que su voluntad es que hagamos algo en particular. En ese caso podemos estar plenamente confiados en que ese algo se hará. En tal sentido, Jesús nos dice: "Todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá."

El Señor también dijo que la duda es un grave obstáculo para recibir lo que pedimos por fe. Se puede dudar de Dios y también de lo que pedimos. Esto se manifiesta cuando oramos por algo en lo que no tenemos demasiado interés y por lo tanto no somos perseverantes, y rápidamente nos cansamos. Santiago lo expreso de la siguiente manera:

"Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos." (Santiago 1:6-8)

Debemos aclarar también que, el Señor no nos garantiza una "formula mágica" para conseguir todo lo que queremos.

"Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites." (Santiago 4:3)

Cuando Jesús enseña sobre como "mover montañas" por la fe, dijo explicitamente: "Tened fe en Dios". Es Dios el que lo hace y nuestra confianza debe apoyarse en El y en su Santa Voluntad. Esto es algo muy diferente a la "autosugestión"(si lo quieres declaralo), que en realidad es una forma de fe en nosotros mismos y en nuestra capacidad de estar convencidos de que lo que deseamos será si lo creemos(sin fe en Dios).

Como veremos, el mismo Jesucristo estableció ciertas pautas morales que debemos respetar y creer si queremos recibir lo que pedimos. El dijo que hay una especie de filtro por el que deben pasar nuestras oraciones:

"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho." (Juan 15:7)

Orar con fe no significa únicamente estar seguros de que lo que pedimos sucederá, sino que debemos asegurarnos también de que lo que pedimos se ajusta a lo revelado por Dios. No olvidemos, la fe es básicamente nuestra respuesta de confianza a lo que Dios nos dice y promete.


La verdadera fe consiste en aceptar, con humildad, nuestra pequeñez e inutilidad para alcanzar las bendiciones de Dios por méritos propios. El poder, la gracia, y la voluntad, descansan en El. Este es el secreto para todo milagro producido por la fe en Dios.

Lo anteriormente dicho es una de las cosas que con mucha frecuencia confunden y que finalmente tiene grave consecuencias. Pongamos un ejemplo extremo, pero que se ha visto en muchas ocasiones: 

"Una madre dice que no cree en Dios porque puso su fe en El para que su hijo enfermo se sanara, y aunque oro insistentemente por ello, finalmente el niño murió. No es por ser insensibles, pero debemos aclarar algunas cosas: Hemos dicho que la fe es nuestra respuesta de confianza a la voluntad de Dios revelada. Ahora bien, ¿le había revelado Dios que su hijo no iba a morir si ella tenía fe? Lo que tenia ¿era fe o una fuerte autosugestión marcada por el intenso deseo de ver a su hijo sano? No se puede ser indiferente ante el dolor humano, pero tampoco podemos dejar de decir que una enseñanza incorrecta en cuanto a lo que Jesús realmente dijo, causará mucho daño a las personas, al punto de que pueden apartarse del Señor porque consideren que les ha defraudado."

La oración de fe, implica necesariamente estar de acuerdo con la voluntad de Dios, solo así tendremos plena garantía de recibir lo que pedimos, siempre en clamor y suplica.


"Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente." (Hebreos 5:7)

"Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho." (1 Juan 5:14-15)

También encontramos otra condición moral: No podemos orar para pedir la maldición de Dios sobre una persona, sino todo lo contrario. De hecho, guardar rencor en nuestro corazón contra otra persona hará que, nuestras oraciones no sean contestadas como esperamos, es mas, ni siquiera serán escuchadas. Es decir, antes de orar a Dios, hemos de hacer todo cuanto esta en nuestro poder para procurar la paz con todos los hermanos y los que no lo son, perdonándolos sinceramente en lo que nos han ofendido  y pidiéndoles perdón si nosotros, consciente o inconscientemente, les hemos ofendido a ellos.

Recordemos que la promesa tenía una aplicación especial a los Apóstoles y a los primeros discípulos. ¿Podrían ellos perdonar a aquellos que, en unos pocos días iban a matar a su amado Maestro?

¿Que dice la Biblia acerca de la importancia del perdón? Veamos:

"Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo." (Efesios 4:32)

"soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros." (Colosenses 3:13)

Y si bien es cierto que no nos ganamos el perdón de Dios al perdonar a otros, también es verdad que si no somos capaces de perdonar a otros, esto pondrá seriamente en duda el que nosotros mismos hayamos sido perdonados.

Finalmente, ¿para que la fe? Por supuesto Jesucristo no nos enseña una formula mágica para "echar montes en el mar". Esto no tendría ningún sentido, ni tampoco es Su propósito.

  • La nación judía había sido maldecida por Dios porque no tenían fe. Ellos confiaban en sus obras y también en su religión, pero no en Dios. Esta fue la razón fundamental por la que vino el juicio sobre ellos(Marcos 11:12-14, 20-21).
  • Al mismo tiempo debemos entender que, la fe es el único medio por el que podemos fruto para el Señor y ser librados de la esterilidad espiritual.
  • Y por último, la fe en Dios nos puede llevar a superar las dificultades que siempre encontramos en nuestro diario vivir(Marcos 11:22-26).

Referencias: Biblia - Escuelabiblica


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