2017/04/26

¿A Quien Aceptamos?


Respondióles Jesús, y dijo; De cierto, de cierto os digo, que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os hartasteis. Trabajad no por la comida que perece, mas por la comida que á vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará: porque á éste señaló el Padre, que es Dios.(Juan 6:26-27)

Saludos. El titulo de esta publicación surge de si la gente hoy día conoce la identidad de Jesucristo: ¿Lo reconocen?¿Como lo reconocen? A juzgar por el episodio de la cita con que inicie, el interés de la mayoría, fue y es aun, limitarse a aprovechar Su poder sanador. El evangelista Juan nos explica que Jesús mismo se lamentó porque le buscaban sólo para recibir cosas materiales de El, sin que evidenciaran una verdadera fe en su persona.

Es triste, pero aun hoy día la gente no logra comprender quien es realmente Jesús, ya que su interés, como la gente de aquella época,  se reduce a aquellas cosas materiales que pudieran obtener de El, bien fuera comida o sanidad para sus cuerpos. Después de tanto tiempo entre ellos, nunca lograron comprenderlo adecuadamente.

"Terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret, y arribaron a la orilla. Y saliendo ellos de la barca, en seguida la gente le conoció. Y recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en lechos, a donde oían que estaba. Y donde quiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en la calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos".(Marcos 6:53-56)

En cierto sentido, todo esto era natural. En muchas ocasiones Jesús había demostrado que tenia poder para sanar cualquier tipo de enfermedad y también su disposición para hacerlo, por lo tanto, si había enfermos entre ellos, era lógico que se los llevaran a Jesús.

Pero lo que resulta triste y vergonzoso, era el egoísmo con el que lo hacían. Y hay que reconocer con pesar, que esto es algo característico de la naturaleza humana. ¡Cuantas personas hay que acuden a Dios solo cuando tienen problemas, pero en cambio, cuando a todos les va bien, nunca le dan las gracias por nada! ¡Cuantas de nuestras oraciones no son mas que una lista interminable de peticiones, sin detenernos por un momento a agradecer a Dios por sus bendiciones o para adorarle por quien es El! ¡Cuantos van a congregarse con la iglesia esperando únicamente recibir, y se enojan si no lo consiguen! ¡Cuanto alegraría el corazón del Señor si mas a menudo le ofreciéramos nuestro amor, nuestro servicio y devoción, y mucho menos para reclamar sus bendiciones!

Pensemos también en el interés ciego que las personas muestran por la sanidad de sus cuerpos y la poca atención que prestan a la salvación de sus almas. Estas personas no buscaban a Jesús porque querían escuchar su Palabra, sino porque querían ser curados. Tenían mucha "fe" en los milagros, pero poco interés en la persona de Jesús y en su mensaje.

La naturaleza humana no ha cambiado mucho desde entonces. En muchos lugares, cuando se anuncia que va a venir tal o cual "siervo de Dios" que hace sanidades, o que les van a decir una palabra de prosperidad(falso evangelio), las personas acuden por cientos, mientras que si se anuncia una reunión de estudio bíblico, entonces el interés desaparece casi por completo.

A pesar de todo, la gente tenia tanta fe en el poder sanador y en la compasión de nuestro Señor(Mateo 9:36) que, como en el caso de la mujer del flujo de sangre(Marcos 5:27-29), estaban convencidos de que si el enfermo tocaba solo el borde de Su manto, se produciría inmediatamente la sanidad.

Por otro lado, nuestro Señor estaba a las ordenes y disposición de toda clase de gente, y con su poder y gracia suplió todas sus necesidades.

Lo anterior, no es mas que uno de los maravillosos cumplimientos de una predicción poética, hecha por el profeta Isaias:

"Decid a los de corazón apocado: Confortaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con venganza, con pago: el mismo Dios vendrá, y os salvara. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltara como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad".(Isaias 35:4-6)

El tema central de todo esto, es que la gente estaba recibiendo, y recibe aun, una clara evidencia de que Jesús es el Mesías, pero nunca le conocieron, ni le entendieron. 


Referencias: Biblia - EscuelaBiblica.com

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