2016/11/16

¡Inmenso Amor!


Alabado sea el Dios y Padre de nuestro señor Jesucristo, pues El es el Padre que nos tiene compasión y el Dios que siempre nos consuela. El nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos consolar también a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que El nos ha dado a nosotros.(2 Corintios 1:3-4)

Saludos. Cuando eramos niños, si sufríamos una caída, una cortada, una raspadura, o un golpe, nuestra madre corría a limpiar y curar nuestras heridas, y si llorabas, te consolaba con un fuerte abrazo y palabras cariñosas(en los casos de las buenas madres). Cuando eramos niños era mas fácil encontrar consuelo.

Con los años la vida se complica y los "problemas" son mas serios. Desafortunadamente los problemas de los adultos difícilmente se curan con una simple venda o el abrazo de mama. Veamos algunos casos:

-Estas angustiado porque perdiste tu empleo. Ahora te das cuenta que después de tantos años de trabajo no tienes nada y que no sabes como vas a cuidar a tu familia.

-Estas pasando por una separación de pareja. De pronto y sin previo aviso tu esposo(a) te dejo. Estas triste, sientes que el corazón se te partió en dos. Estas muy asustado(a)

-Tienes una enfermedad grave y parece que tu salud no mejora, o la padece algún familiar tuyo. Sientes que solo esperas la muerte o la de tu familiar.

-Enfrentas la muerta de un ser querido. Sientes como el dolor de una gran espada atravesándote.(Lucas 2:35)

Aun en medio de circunstancias tan angustiosas, el Dios todopoderoso nos consuela con su amor cuando lo necesitamos.(2 Corintios 1:3-4)

Por terrible que sea la situación, nuestro Padre Celestial siempre estará dispuesto a ayudarnos con su Inmenso Amor. Claro que para recibir su ayuda, primero hay algo que debemos hacer: Debemos acercarnos a El, aceptarle y creerle.


Tenemos que acercarnos a El, para que El se acerque a nosotros.(Mateo 8:25-27Santiago 4:8, Salmo 28:2, 7) 

Dios quiso que su Hijo tuviera un papel importante a la hora de dar consuelo. Entre otras cosas le dijo: 

"Ayuda a los quebrantados de corazón, consuela a los que están de duelo." (Isaias 61:1-2)

En ese orden, Jesús muestra especial interés por todos los que están afanados y cargados.(Mateo 11:28-30)

Aunque Jesús ya no esta en la tierra, el Dios de todo consuelo, sigue consolando a los que sufren. ¿Como lo hace? Veamos:

-Con la Biblia.(Romanos 15:4)
-Con el Espíritu Santo.(Hechos 9:31)
-Con la Oración.(Filipenses 4:6-7)
-Con tus hermanos en la fe.(Colosenses 4:11, 1 Tesalonicenses 3:7)

Tal vez te preguntas si estas ayudas funcionan, yo te digo que si; cuando crees y tienes fe.(Isaias 66:13) ¡Anímate!

Te invito a complementar esta publicación con la siguiente lectura:

Muchas veces, cuando la vida se nos complica, nos gustaría volver a ser niños para tener a alguien que nos cuide y que nos proteja. Pero realmente nos gusta sentirnos protegidos y seguros siempre.  En la edad adulta, a diferencia de la niñez, la seguridad que queremos sentir y tener es otra. Esta seguridad se basa mas en cosas materiales como los recursos para mantener seguros a nuestros hijos, proveerles de un techo, educarlos, no tener deudas, etc.




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