2016/12/21

¡Comienzo Pequeño, Resultado Grande!


El Reino de los Cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomo y sembró en su campo; el cual a la verdad es la mas pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol y hecha grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra.(Mateo 13:31, Marcos 4:26-29, Lucas 13:18-19)

Saludos. No despreciemos nunca el día de los comienzos pequeños y humildes, y no caigamos en la tentación de pensar que para lo poco que podemos hacer no vale la pena ni siquiera empezar. No nos desanimemos por el aparente fracaso y la pobreza presente, sino tengamos confianza en  la Palabra del Señor que hará que todo esfuerzo honesto que hagamos por servirle y por sacar adelante nuestros sueños será finalmente multiplicado y recompensado para su gloria y honra.(Zacarias 4:10)

La semilla de mostaza es negra y tan pequeña como la cabeza de un alfiler. En los tiempos de Jesús se usaba para referirse a las cosa mas pequeña que se pudiera imaginar. Por ejemplo, nuestro señor Jesucristo lo uso para referirse a la fe de sus discípulos: "Si tuviereis fe como un grano de mostaza..."(Mateo 17:20)

A pesar de que la semilla es tan pequeña, ésta cuando crece puede llegar a alcanzar hasta cuatro metros de altura. 

Cuando se siembra una semilla y se coloca en las manos de Dios, con fe, ésta tendrá vida propia, y crecerá internamente, día a día sin que sepamos como, germinara y nada podrá detener su crecimiento. El punto esencial de la parábola con la que inicie esta publicación es el contraste entre un comienzo pequeño y un resultado grande, entre el principio y el fin, entre el presente y el futuro.

¿A que comienzo pequeño se refería el Señor Jesucristo en la parábola? Seguramente tenia que ver con su propio ministerio público: un rabí desconocido en un rincón perdido de Palestina, rodeado de un puñado de discípulos sin demasiada ni adecuada preparación para el desempeño del ministerio al que fueron llamados, y abandonado finalmente por las multitudes. Sin reconocimiento de los lideres religiosos y sin ninguna clase de influencia política. ¿Que podía surgir de ahí?

Pero lo anterior no es  nada comparado con la tremenda debilidad que manifestó en la cruz. ¿Quien podría imaginar que de un judío ajusticiado en la cruz por el imperio romano, rechazado por su propio pueblo y abandonado por sus discípulos, pudiera surgir un movimiento que dos mil años después siguiera creciendo por todos los países del mundo? Como resume el Apóstol Pablo: "Nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura"(1 Corintios 1:23)

¿A que resultado grande se refería el Señor Jesucristo en la parábola? La diminuta semilla crecerá hasta convertirse en una planta grande y majestuosa. Sus ramificaciones se extenderán un día hasta que la creación misma sea liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios, y todos en el cielo y en la tierra hallaran seguridad, satisfacción y deleite morando bajo su sombra.(Daniel 4:10-22, Romanos 8:21)



El Reino de Dios que, tuvo un comienzo pequeño y humilde, se extenderá hasta que no haya lugar en el cielo, la tierra o el infierno donde no se sienta la fuerza y el poder victorioso de nuestro Señor Jesucristo. Aquel pequeño grupo de discípulos asustados y perseguidos se convertirán en una multitud que nadie puede contar.(Juan 20:19, Apocalipsis 7:9)

Es cierto que la obra que hacemos para la extensión del Reino de Dios parece tan insignificante y pobre, que como dijeron los enemigos del pueblo de Dios en los días de Nehemias: "Lo que ellos edifican del muro de piedra, si se subiere una zorra lo derribara."(Nehemias 4:3) Pero sin embargo, aunque nuestros esfuerzos parezcan pequeños y endebles, Dios promete bendecirlos. El avance del Reino de Dios no depende de los esfuerzos humanos, sino del poder y los propósitos de Dios.(Mateo 10:42)

Con la enseñanza anterior debemos animarnos sabiendo que las grandes cosas proceden de principios muy pequeños.

No importa cual es tu ministerio, cual es el propósito que Dios tiene para ti, cuales son tus metas, cuales son tus sueños, que es lo que deseas emprender, si colocas todo en las manos de Dios, con fe, sea lo que sea que quieres ser o hacer, no habrá enemigo, obstáculo o dificultad que pueda detenerte: "Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionara."(Filipenses 1:6) Incluso, no importa si tienes poca o ninguna preparación: "El Espíritu Santo os enseñara todas las cosas."(Juan 14:26, 1 Juan 2:27)

Puede que, quizás tengas un principio humilde y pequeño,  pero no hay nada tan poderoso como el crecimiento. Un árbol puede quebrar una acera de hormigón con el poder de su crecimiento. Una planta puede asomar su cabecita verde en un camino de asfalto.

¡Anímate!, siembra la semilla de tus sueños y metas en buena tierra, ésta tendrá vida propia, germinara y crecerá sin que sepas como, y dará sus frutos en el tiempo indicado por Dios. Bendiciones.
                        
Referencias: escuelabiblica.com





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